Sanar la herida materna en mujeres altamente sensibles

Una P.A.S persona altamente sensible es un concepto acuñado por la Dra. Elaine Aaron en los años 90, quien planteó a partir de sus investigaciones que existe aproximadamente un 20% de la población mundial que tiene este rasgo de personalidad. 

Este se caracteriza por cuatro pilares (1) Realizar un procesamiento profundo de la información, por lo que las personas PAS tienden a ser muy reflexivas o entrar en la rumiación mental (2) La sobreestimulación por el exceso de información que puede provocar saturación y agotamiento (3) La vivencia de una emocionalidad intensa, junto con una experiencia vasta de la empatía (4) y finalmente, la sensibilidad ante cambios de lo sutil del entorno y las personas, y una capacidad muy refinada de captar los estímulos a partir de los sentidos. 

Con esto quiero compartirte que la alta sensibilidad es un rasgo de personalidad estudiado y sistematizado, por lo que si te sientes identificada en estos cuatro pilares, te invito a que una vez que termines de leer puedas hacerte el test de personalidad de la Dra. Elaine Aaron que te comparto al final de este artículo. 

Ser una persona altamente sensible, no es un trastorno, una debilidad, ni tampoco una desventaja. Es un rasgo que nos lleva a procesar el mundo de manera profunda y consciente, vinculándonos con los afectos al centro de todo. Nos reta a conocernos a tal profundidad, que entonces seamos capaces de tomar decisiones fundamentales para nuestra salud integral, con tal de cuidar esta preciada joya que habita nuestro corazón llamada sensibilidad. 

Hace mucho tiempo escuché “las personas más sensibles de la familia son las que se llevan la parte más pesada, por ende las que más sufren con las heridas del sistema”. 

Ser una persona altamente sensible (PAS) se presenta desde el nacimiento. Los bebes que lo portan se afectan con facilidad por los estímulos, experimentan más miedo y tienen más dificultades para dormir. 

A medida que crecen estas personas manifiestan cualidades como una gran creatividad, intuición y afecto. Y así también experimentan una gran empatía con los demás sintiendo intensamente las emociones dolorosas y alegres de los otros.

Si madre y padre (o solo uno de ellos) son los seres humanos con quienes nos relacionamos de manera más profunda desde que somos bebes, entonces con ellos es con quienes por primera vez experimentamos una gran empatía ante todo lo que ellos transitan.

Recuerdo la primera vez que vi a mi madre llorar, probablemente yo tenía 5 o 6 años. Puedo revivir lo que sentí en ese momento, especialmente la sensación del estómago, el pecho apretado y las ganas de llorar junto con ella. 

La vi secarse los ojos con un mantel, y ahora escribiendo esto puedo ver que la niña pequeña que fui se acercaba a ella para entender lo que estaba ocurriendo. En ese momento me identifiqué con su dolor y sentí en mi corazón el anhelo de hacer algo para que ella no tuviese que pasar por eso nuevamente.

Desde ahí recuerdo cada una de las veces que tuve la misma sensación, una hiperempatía con el dolor, cansancio o lo que fuera que le ocurriera a mi madre. Yo sufría con ella, me hundía en su dolor, y esta era una de las grandes cargas que me impedía ser una persona alegre y más aún crear mi propia vida, ya que no tenía un límite sano entre mi sentir y el sentir de mi madre. 

Una de las dimensiones de la herida materna es cargar a mamá a cuestas y maternarla para que ella reciba de nosotras el alimento emocional y el soporte que no tuvo de su madre y que tampoco recibe en el presente.

Desde muy niñas tomamos la decisión de colocarnos en el lugar de la abuela materna y asumir la maternidad que necesitaba recibir nuestra madre.

Es por esto que una mujer altamente empática y sensible es la que se lleva la carga más pesada en la relación con su madre. El noble corazón de su niña interna, desea con todas sus fuerzas salvar a mamá de su dolor y este anhelo continúa vivo en la vida adulta. 

Sin embargo, esta es una batalla perdida. Jamás se consuma y el único resultado es una mujer frustrada y marchita por no poder tomar su propia vida en sus manos.

Una mujer altamente sensible, puede enfermar en el lugar de mamá o desde una manera inconsciente puede desear morir para dar la vida por ella. 

En cuanto nos damos cuenta de esta pesada carga necesitamos decirnos honestamente “lo siento mamá, esto es demasiado para mí” y soltar, por amor a nosotras mismas, por amor a la niña interna que necesita dejar de cargar el peso de mamá.

La mayor cantidad de personas que llegan al programa sanar la relación con la madre que facilito dos veces al año en la escuela, tienen la cualidad de ser altamente sensibles y han experimentado esta misma historia. 

En el programa nos contenemos y comprendemos sin juicio. Juntas hacemos un trabajo de liberación de las cargas y maduración de la madre interna para iniciar un movimiento hacia la vida que anhelamos.

Si eres PAS y además sientes que necesitas hacer un movimiento decisivo en la relación con tu madre te invito a la próxima entrega del programa. Aquí encontrarás un refugio dulce a tu presencia. 

También te dejo el test de alta sensibilidad de la Dra. Elaine Aaron y te invito a reflexionar acerca de la manera en que has podido desarrollar una empatía desmedida con el dolor de tu madre. Sacrificando tu ser por amor ciego a ella.

Test de alta sensibilidad de la Dra. Elaine Aaron

Te invito a responder a estas preguntas con respuesta «sí» o «no». Luego cuenta cuántos «sí» tienes.

1.  ¿Se siente abrumada con facilidad cuando está en un entorno con muchos estímulos?
2. ¿Suele percibir las sutilezas de su entorno?
3. ¿Le afectan los estados de ánimo de otras personas?
4. ¿Tiende a ser más sensible al dolor?
5. ¿Necesita retirarse durante unas horas a su cama o a una habitación oscura cuando ha estado en un lugar estresante?
6. ¿Es particularmente sensible a los efectos de la cafeína?
7.  ¿Le abruman cosas como luces brillantes, olores fuertes, telas ásperas, el sonido del tráfico, etc?
8. ¿Siente que tiene una vida interior rica y compleja?
9. ¿Le incomodan los ruidos fuertes?
10. ¿Le conmueven las artes, la música, etc?
11. ¿Necesita soledad cuando hay muchos estímulos a su alrededor?
12. ¿Es usted tenaz en lo que se propone?
13. ¿Se asusta fácilmente?
14. ¿Se abruma cuando tiene mucho que hacer en poco tiempo?
15. ¿Percibe de inmediato cuando a alguien de su alrededor le ocurre algo?
16. ¿Le molesta cuando la gente le pide que haga varias cosas a la vez?
17. ¿Se esfuerza mucho por evitar cometer errores u olvidar cosas?
18. ¿Evita ver películas y programas de televisión violentos?
19. ¿Se siente saturada cuando pasan muchas cosas a su alrededor?
20. Cuando tiene hambre ¿cambia su estado de ánimo?
21. ¿Le alteran los cambios más pequeños en su día a día?
22. ¿Disfruta de los aromas delicados, de sabores y sonidos suaves?
23. ¿Es incómodo para usted tener muchos objetos o estímulos a su alrededor?
24.  ¿Le da mayor prioridad a organizar su vida para evitar situaciones molestas o abrumadoras?
25. ¿Le molesta que le observen cuando tiene que hacer algo?
26. ¿Se siente bloqueada cuando debe competir?
27. Cuando era niña, ¿sus padres y profesores solían decir de usted que era tímida o demasiado sensible?

Si obtienes 17 respuestas SÍ tienes la posibilidad de ser altamente sensible. Más de 20 te definen como una persona PAS. De ser así bienvenida a esta maravillosa forma de habitar la existencia. Ser PAS requiere asumir una especial responsabilidad en el maternarnos a nosotras mismas.

Con mucho amor,

Ximena.

 

Referencias

El don de la sensibilidad. Dra. Elaine Aaron