El inicio
Después de algunas formaciones y retiros sobre sabiduría femenina, en 2013 fundé la escuela Cántaro Sagrado.
Una noche, mientras escribía, escuchaba repetirse en mi cabeza esas dos palabras: Cántaro sagrado.
En ese momento creía que era algo que había oído en algún lugar, lo investigué posteriormente y realmente no existía. Fue cuando entendí que esas palabras eran un mensaje que venía para mí. Aunque no era claro del todo.
Me encontraba buscando qué hacer con mi vida profesional, no quería tener un trabajo tradicional y deseaba encontrar la forma de generar mi propia forma de vivir de la psicología: sabía que quería acompañar a otras mujeres a sanar, ya que esto me devolvía el entusiasmo por la vida, pero no sabía cómo.
Entonces tomé esas dos palabras y decidí que mi blog para escribir sobre temáticas para la mujer se llamaría así: Cántaro sagrado.
Posteriormente, mi corazón me dijo que no solo se trataba de comunicar, sino también de acompañar. El llamado era a sostener grupos de mujeres en su sanación. Entonces golpeé puertas y busqué ayuda para concretarlo. No fue fácil, pero finalmente lo logré.