Durante los primeros 23 años de mi vida percibí mucha soledad. Sin embargo, ya en mi etapa de adultez, me sentí parte. Sentí que había encontrado un eslabón perdido de mi vida, me sentí completa y desapareció toda sensación de vacío. Sentí que había encontrado a la tribu arquetípica en las profundidades de mis memorias uterinas. Había encontrado el hilo de la historia de mujeres que he sido y seguiré siendo a través de mis encarnaciones.
Sin duda el trabajo grupal y terapéutico desarrollado con mujeres me ha permitido encontrar la pertenencia a la tribu. Una que no está compuesta por mujeres específicas, sino que está conformada de mujeres arquetípicas que van rotando taller a taller, círculo a círculo, danza a danza.
Esto me hace despertar la sensación de que siempre que estamos en círculo viviendo algunos de los encuentros curativos, ya nos conocemos, ya hemos estado compartiendo, ya hemos estado sanando juntas, cantando a la luna, danzando al fuego, charlando, riendo, llorando y seguramente así ha sido desde muchas vidas en la historia de nuestras almas.
Desde que descubrí esta tribu arquetípica, me sentí completa y mi misión en esta vida cobró sentido. Pues hoy siento, pienso y me reafirmo a mí misma, que nací para realizar mi servicio a la vida en la tribu, para compartir lo que he aprendido en mi camino y para ayudarle a recordar a cada mujer, esta memoria tribal que le manifiesta a gritos: que no está sola, que jamás lo ha estado, que todo sus dolores son compartidos universalmente a través del tejido femenino
Por lo tanto, en palabras simples, la tribu arquetípica es esa memoria que se despierta en los grupos de mujeres. Pues es en esas instancias donde las mujeres toman el valor suficiente, para darse cuenta de algo que no querían ver o para soltar lo que ya necesitaban dejar ir y de esta forma, avanzar a una siguiente etapa vital.
Es en esos momentos donde cada una de las otras mujeres es un espejo a nuestra vida interna, y en ellas vemos lo que nosotras mismas necesitamos mirar.
La tribu arquetípica es la que da el valor a las mujeres para finalizar una relación muerta, vivir un duelo, dejarse morir cuando es necesario y renacer empoderadas cuando ya es tiempo de emerger renovada. Es por ello que, cuando me he sentido vulnerable, herida, o a medio morir, cierro mis ojos y conecto con todas las tribus en que ha estado mi alma a lo largo de su historia, y creo que han sido muchas, creo que en cada vida he pertenecido a una tribu, y en cada una he podido probar la medicina de la pertenencia.
Hoy mi anhelo es que esta memoria despierte en cada mujer de esta era, pues sólo así desaparecerá el sentimiento de soledad tan amplio, tan común y tan enraizado en la actualidad. Por mi parte recobré esta memoria en cuatro años de trabajo continuo con grupos de mujeres. Hoy estar en círculo, me provoca ese sentido de familiaridad, hermandad y regocijo para mi alma.
Por eso es que hoy la tribu está más presente que nunca, ya que vinimos a sanar juntas y por sobre todo a sanar lo que vive en nuestros úteros; las memorias del pasado, la vitalidad del presente y los proyectos del futuro.
Finalmente cada noche antes de irte a dormir visualízate en una tribu de mujeres, cantando, danzando, rezando menstruando. Puede que cada noche te veas a ti mismas con diferentes cuerpos, diferentes tiempos y diferentes lugares. Poco a poco esta memoria comenzará a formar parte de ti, te darás cuenta que ya nunca más estarás sola y que nunca lo has estado. En esos momentos dolorosos de la vida, invoca a través de la meditación a la tribu arquetípica y pídele toda su fuerza para poder salir airosa de las situaciones y aprender de ellas.
Te comparto este extracto del libro Relatos del cántaro:
Hay una memoria tribal dentro de cada mujer de este mundo. Es el registro de la tribu arquetípica, parte de la historia universal más antigua compartida por las mujeres. Ésta se gesta desde existencias anteriores, formando parte de los cimientos y tierras más profundas que sustentan las raíces del gran árbol de las memorias uterinas.
La tribu arquetípica está aletargada en la mayoría de las mujeres de esta era, despertando discreta en los círculos y reuniones sagradas que se realizan sostenidas entre miradas genuinas. Se deja ver y sentir en aquellos corazones livianos y puros, trayendo consigo una gran alegría, a quienes han experimentado toda una vida de soledad, rechazo y separación con los otros.
Cuando el corazón se abre a recordar y sanar, reconoce el sentimiento de pertenencia, brotando lágrimas de sanación. Se toma consciencia de que jamás se ha estado sola, sino que siempre se ha caminado acompañada de una gran tribu de ancestras antiguas que van tras cualquier paso que se dé.
Para despedirme debo decirte que la tribu de mujeres anhela tu regreso.
Vuelve.
Tu alma te guiará a través de los sueños.
Por Ximena Noemí Avila Hernández
8 comentarios en «La tribu arquetípica de mujeres»
Muchas gracias, me a servido muchísimo leer tus publicaciones, me a ayudado a comprender parte de mi personalidad, a encontrarme con aspectos internos de mi existencia, y a comenzar la búsqueda de mi sanación, de la sanación de mi útero y de la sanación de mis ancestros, ya que mi abue murió de cáncer de útero, yo tengo miomas y algunas mujeres de mi familia quistes, entonces, yo comencé a buscar la causa y la encontre, y estoy dispuesta a sanar mis memorias uterinas para sanar a todas las mujeres. Muchísimas gracias.
Querida María Juana, que ese camino te traiga infinitas bendiciones a u existencia. Te abrazo, Ximena
Hoy me puse a reflexionar porque las mujeres nos sentimos tan bien en los círculos y como es que de ello se produce sanación, cuando puse en google «porque sanamos en tribu» fuiste el único artículo que me dio respuesta y me llevó más allá en mi reflexión: La tribu arquetípica.
Muchas gracias <3
Lindaaaaa que alegría que el universo te haya traido hasta este artículo, bendiciones infinitas.
Conocen a Clarisa Pincola Estes?
Claro que si! 🙂
Xime es maravilloso y concuerdo completamente!! estamos en esa tribu que danza comparte y sana en cada círculo en cada unión de mujeres. TQM <3
Linda Xime, Te quiero mucho!