¿Y qué ocurrió entonces? En el 2013 cuando tenía 23 años, fundé la Escuela Cántaro Sagrado, más por intuición, que por un plan trazado premeditadamente, y desde aquí entendí:
Que las respuestas, siempre vienen desde dentro de nosotras y cuando llegan, nos conducen a través de caminos misteriosos y llenos de magia. Es aquí donde necesitamos permanecer despiertas y receptivas para oír el mensaje de la madre vida.
Imagina las vueltas de la vida, desde haber experimentado un dolor tan voraz y profundo, hoy acompaño el camino de sanación de otras mujeres y lo que más importantemente he aprendido con ello, es que:
Uno de los errores que cometemos la mayoría de las veces, es intentar buscar respuestas prefabricadas a nuestros malestares, esperando que alguien nos otorgue una solución lista para aplicar. Esto jamás ocurre, ya que hay un viaje de retorno al corazón que precisa ser realizado.