Las tareas a realizar para despertar tu mujer auténtica

Sanar Relación Con La Madre

Autenticidad, es una palabra que desde que inicié el propósito de acompañar el camino curativo de otras mujeres, viene a mí constantemente. Llegar a vivirse auténtica, es el transito personal de conocerse, sanarse, amarse inmensamente, habitar el ser real, e inspirar a quienes nos rodean desde el brillo natural que surge de éste. Pero no siempre es simple, generalmente tenemos miedo, y ese miedo brutal lo experimente muchas veces en mí. 

Miedo a la crítica, miedo a mostrarme demasiado, miedo a brillar demasiado, llamar la atención demasiado, parecer demasiado loca, demasiado ensimismada, demasiado llamativa. Tantos y tantos miedos que se pasan por el cuerpo antes de decidir mostrarnos al mundo con todo lo auténticas que somos. 

Por lo que, en este camino de descubrir a tu mujer auténtica te preguntaría: ¿cuáles son tus “demasiados” que se repiten dentro de ti de manera incansable? ¿Qué es aquello que te has dicho a ti misma, para no mostrarte tal cuál eres?  Para protegerte y mantenerte cautiva. 

Pues hoy puedo decirte con absoluta certeza, que en “esos demasiados” que nos hemos repetido a nosotras mismas desde niñas hasta adultas, se entretejen aquellos cimientos en que brotan nuestros más hermosos dones para compartir.

Cuando inicié en este camino de facilitar procesos curativos me repetía: soy demasiado joven, demasiado sensible, demasiado frágil, demasiado tímida, demasiado suave, demasiado y demasiado y demasiado hasta el cansancio. Pero sólo cuando inicié mi camino de conocerme realmente e hice las paces con mi historia y la mujer en que etapa a etapa me he transformado, es cuando todas esas voces repitiendo esos demasiados perdieron fuerza y me di cuenta que todo eso que traía era hermoso, era lo que me hacía auténtica, era yo misma, sin más.


Hoy estoy abrazando a mi mujer auténtica, cada día quiero habitarla, compartirla en presencia y consciencia, por lo que quiero invitarte a que también la reconozcas dentro de ti y cuando la encuentres la abraces fuerte para jamás soltarla, ya que, cuando la mujer auténtica despierta, lo hace para nunca más dormirse, ella brilla por lo que es una inspiración para el mundo.


¿Qué significa ser auténtica?

La mujer auténtica, es aquella que vive una coherencia interna y externa. Lo que dice, está en sintonía con lo que piensa, y así también, lo que siente y lo que piensa, se alinea con lo que hace. 

En ella la existencia toma un hilo conductor, donde el pasado le sostiene y la vida se presenta como posibilidades ante las cuáles decidir momento a momento.

Ella es real, liviana, creativa y vibrante, por lo que la mujer auténtica emerge cuando nos cansamos de nuestras repeticiones y estructuras asfixiantes, y decimos ¡ya vasta! Para tomar la responsabilidad de administrar nuestra energía vital- creativa y ser al fin lo que realmente anhelamos ser. 

No obstante, llegar a marcar este antes y después en la propia vida, es fruto de nuestro camino recorrido. Aquí el presente es fruto de las decisiones del pasado, y claramente el porvenir será fruto de las decisiones que estamos tomando hoy. Si esas decisiones hoy no están alineados con nuestro ser real, un día en el futuro nos daremos cuenta que estamos en medio de una vida que no nos pertenece, que tampoco nos resuena, y nos descubriremos habitando el cuerpo de una persona que realmente no somos, y comunicando palabras que no nos hacen sentido.

Sin embargo, si dedicamos tiempo constante a conocer a nuestro ser real hoy, pasará el tiempo y un día, luego de tanto cultivo interior, después de esperar con paciencia y sobretodo confianza en el proceso, la propia voz saldrá, mostrando lo que es real para nosotras y cuando esta voz del alma emerja, luego será muy difícil mentirse o ser infiel a sí misma, o peor aún traicionar los propios límites del ser, pues llega un punto de la vida en que ser real consigo misma y con el mundo es de vida o muerte. Es entonces cuando la mujer auténtica se arraiga, toma fuerza, florece y brilla.


Por lo tanto, para la mujer auténtica el autoconocimiento es la base de su autocuidado, por lo que su tarea es recorrer el camino que la llevará a estar cada día más en conocimiento de su historia y su ser real, para practicar la lealtad a sí misma y habitarse real cada día.


Habitarse auténtica no es algo que ocurre de la noche a la mañana, es algo que se cultiva día a día, con paciencia y determinación. Es por ello que, en este camino de descubrirse auténtica, existen tareas que realizar y cumplir para sí misma, lo que le permite armar el mapa de ruta de la propia vida interna, reconociendo allí las áreas luminosas y aquellas que muestran las heridas que permanecen en la sombra.


Las tareas esenciales que he descubierto en este camino son:

  • Conocer la propia herida, trazar el camino de regreso hacia la herida matriz. Sin duda el nivel de autoconocimiento más profundo que podemos alcanzar, es aquel que nos muestra nuestras partes dañadas en el pasado, cuando éramos pequeñas y necesitábamos ser cuidadas por los adultos. Este camino se realiza no sólo como una forma de saber que las heridas están allí, sino, como una manera de que estemos sumamente consciente y atentas, cuando las corazas y estructuras que nos hemos creado a causa de las dificultades del pasado, aparezcan en el presente con fuerza, nublando la propia capacidad de permanecer conscientes en la mujer adulta.
  • Reconocer la medicina idónea que mi herida necesita. Si no conocemos suficientemente bien cuál es nuestra herida difícilmente podremos reconocer: ¿qué es aquello que mi herida necesita de mí?, lo que muchas veces nos puede llevar a comportamientos compulsivos, obsesiones y adicciones, que no intentan más que llenar un vacío devorador e inquietante de un pasado que dolió. Por lo tanto, luego de reconocer mi herida y sus dimensiones, reconozco la medicina adecuada para ésta. Aquí puedo compartirte la frase de Leonor Hall «La curación se debe buscar en la sangre de la misma herida que se desea sanar». 

A estas tareas esenciales, agregaría estas tareas necesarias:

  • Reconocer mi propia naturaleza. Saber qué es lo que más me nutre, apasiona, inspira y darme espacio para realizarlo. Reconocer mi propia naturaleza requiere que en mi camino de autoconocimiento tenga espacio para explorar aquellas actividades que resuenan conmigo, y saber cuáles son las que me llenan de amor por vivir y así también me conectan con mi servicio a la vida. Si no exploro diferentes espacios, actividades, y de esta forma, voy naturalmente reconociendo cuáles son las que me hacen brillar, difícilmente puedo llegar a identificar cuáles son los quehaceres que están alineadas con la vida que quiero crear para mí. 
  • Conocer la propia voz y sacarla a la luz. Comunicar lo que es importante para mí. Reconocer los límites que son esenciales para mí y marcarlos, incluso ello me ponga en una situación de incomodidad. Sacar la voz es tomar el lugar de la mujer adulta, y si esto está alineado con mi ser real, será una forma de comunicar asertiva, que plantee lo que es importante, sin dañar o pasar a llevar a los demás. Comunicarse siendo real no se trata de una sinceridad tóxica que termina por dañar a terceros, sino que se trata de comunicar asertiva y empáticamente mis límites y mis sentires.
  • Reconocer lo que me da poder y lo que me lo quita. Identificar los patrones repetitivos del pasado que se llevan mi poder y mi fuerza, y me llevan a comportarme de una forma que no es real para mí. Identificar aquello que necesito fortalecer en mi vida.
  • Conocer aquellas decisiones clave que no he tomado por miedo y armarme de valor para tomarlas y accionar. Aquí te preguntaría ¿qué decisiones has dilatado por miedo a enfrentarte con un cambio en tu vida que has estado esperando hace mucho tiempo? ¿Qué es lo que realmente te da miedo? ¿Qué de malo podría pasar si tomas las decisiones que son importantes para ti? ¿Qué tan malo sería?
  • Reconocer las situaciones tóxicas que abren la herida antigua y provocan sufrimiento. Ser auténtica y tomar cada una de las tareas anteriormente mencionadas, necesariamente requerirá que a medida que vamos avanzando en el propio autoconocimiento y en la propia fortaleza, tomemos la decisión de mantenernos al margen de situaciones o relaciones que depredan nuestra energía. Esto requiere reconocernos no siempre disponibles, ni siempre dulces. Ser auténtica muchas veces requiere ser feroz para marcar un NO, ante lo que constantemente está depredando mi ser y me desgaste.
  • Y finalmente, saber cómo y cuánto me amo, y qué estoy dispuesta a hacer por mí y para mí. El camino del autoconocimiento fortalece nuestra capacidad de autocuidado, y ello necesariamente nos conduce a un camino de amor hacia nosotras mismas. He aquí la base de todo, por lo que, si notas que tu autoamor aún es pobre, te invito a que inicies el camino de conocerte a ti misma, hasta llegar a la profundidad de tu herida matriz. Ello puede ser a través de procesos terapéuticos, participando en círculos de mujeres, y haciendo un camino de llegar a conocer profundamente a la hermosa mujer real que te habita. Ella anhela salir a la luz para quedarse en tu corazón.

 

Qué puedas reconocer y habitar a la mujer auténtica que espera dentro de ti,

Como siempre te leo en los comentarios.

Con amor infinito

Ximena

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8 comentarios en «Las tareas a realizar para despertar tu mujer auténtica»

  1. Muchas gracias Ximena! Me resuenan tanto tus palabras… ahí estoy dejando lo que ya no soy y ahora me adentro al vacío donde surge la vida, caminando hacia mi mujer auténtica. Gracias!

  2. Tu autenticidad se respira en todas tus palabras, en todo tu ser. No sabes que profundamente me han llegado , eran justas las que necesitaba . Me han dado fuerza, justo cuando empezaba a flaquear, dejando entrar la duda. Gracias por ayudarme a continuar mi camino hacia la totalidad de mi ser.

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