Siete claves acerca de la menstruación consciente

Energia Sexuala Feminina

Desde que escribí mi primer post sobre este tema en 2016, mi percepción sobre sangrar conscientemente se ha ido transformando y con ello han ido apareciendo nuevas comprensiones que hoy deseo compartirte en este completo artículo.

Por una parte, está la base de la menstruación consciente (puntos que te compartí en el primer artículo que puedes leer desde aquí) y por otro lado, están las dimensiones que sobre esas bases, podemos cultivar para llegar tener un sangrado que contribuya a nuestro desarrollo, espiritualidad y autocuidado.

 

  1. SUSTENTABILIDAD

Primero que todo, el menstruar conscientemente implica la base de utilizar necesariamente métodos de recepción amigables y respetuosos con la naturaleza. En tiempo de crisis ambiental, personalmente siento que no podemos hablar de menstruación consciente si no disminuimos urgentemente la cantidad de desechos que tiramos a la madre tierra, por ende, si continuamos recibiendo nuestra sangre con métodos descartables, todo lo que podamos hacer a nivel espiritual será en vano o hasta contraproducente.

En este punto me sitúo sumamente crítica, puesto que hoy en día existen muchísimas alternativas para recibir la menstruación de manera ecológica, por lo cual, hay opciones disponibles para todos los gustos y exigencias. Está la copa menstrual, las toallas de tela, el sangrado libre, el algodón orgánico etc. (también está la esponja marina sin embargo, al ser un ser vivo su explotación puede llevar a desequilibrios en los ecosistemas oceánicos).

Esta base resulta sumamente clave ya que hoy siento con claridad que menstruar conscientemente implica cultivar una actitud de reverencia y respeto a la vida en toda su completitud, entendimiento sobre el cual cuidamos tanto el propio cuerpo como el de la madre tierra, protegiendo con amor además el espacio que quedará para las futuras generaciones.

 

  1. ARQUETIPOS

Una segunda base clave, es haber reconocido los principales arquetipos que fluctúan alrededor de la vida interna femenina, y más allá del reconocimiento de las cuatro energías primordiales (doncella, madre, bruja y hechicera) y cómo estás se representan en cada fase lunar interna, el ser cíclica nos invita a una comprensión acerca de la propia danza arquetípica  a lo largo de la vida.

Siento que cada mujer puede llegar a esta comprensión con una observación y respeto constante y detallado de sus emociones, necesidades y mundo interno.

En el post de 2016 sobre menstruación consciente te recomiendo el uso del diagrama lunar para sumergirte en el conocimiento de la forma en que danzan tus propias fases internas, éstas están sumamente conectadas a tu historia de vida, tus heridas y fortalezas, mostrándote con claridad aquellos lugares en que te sientes más vulnerable, por lo tanto, observa con atención ¿cuáles son tus principales necesidades afectivas y vinculares durante tus días de sangrado?

Es clave que podamos reconocer cuando aparece uno u otro arquetipo de forma que no entremos en lucha con ellos, sino que éstos sean aliados internos que nos permitan habitarnos en equilibrio y de una forma en que seamos capaces de maternar cada uno de nuestros estados, por sobre todo, los más difíciles y sombríos. Por ejemplo, con mi observación pude darme cuanta que durante mi sangrado aparecía fuertemente en mí las heridas de mi niña interna, ésta venía acompañada con una fuerte sensación de vulnerabilidad, desprotección, desamparo y miedo al rechazo, esto sin duda conformaba mi lado oculto al menstruar, mientras que mi lado luminoso estaba conformado por una amorosa capacidad de maternarme que venía desde una madre alquímica que despertaba durante el sangrado y que era capaz de sostener hasta la sombra que parecía más amenazante.

 

  1. CONECTAR CON NUESTRO HILO ROJO

Menstruar conscientemente es haber aprendido a escuchar las voces profundas y antiguas de nuestra madre, abuelas y bisabuelas. Pues cuando sangramos debemos saber que no sólo brota nuestra historia menstrual y lo que hemos atravesado siendo mujeres en este mundo. Al sangrar también brota la historia de las mujeres que me precedieron, esto es debido a que cuando sangro mis memorias uterinas me hablan de todo aquello que el resto del tiempo está guardado, ya que el puente de conexión entre mi consciente y mi inconsciente profundo está parcialmente más amplio, mis defensas han cedido en cierta medida.

“Escuchar la voz de la menstruación es oír la voz de las mujeres que me antecedieron”

Por lo tanto, los días de sangrado también soy más consciente de las historias olvidadas de las mujeres que me habitan, y ello se manifiesta a través de sensaciones, sentimientos, pensamientos y sueños que emergen y me pueden resultar absolutamente intensos, pero totalmente ajenos a mi contexto. Todo esto hace que las etapas premenstrual y menstrual sean muchas veces difíciles de manejar, puesto que muchos sentimientos vienen desde un bagaje antiguo, ante el cual no logramos siquiera poner un nombre, ni tomar cartas en el asunto para apaciguarlos. Ante ello sólo nos queda la herramienta de maternarnos en nuestro espacio sagrado y esperar a retornar al equilibrio.

Es importante reconocer que, aquello que las mujeres de mi hilo rojo, silenciaron u ocultaron, aparece fuertemente en mi cuerpo durante las etapas premenstrual y menstrual, pues en ambas fases la puerta entre el presente y el pasado permanece abierta y la información fácilmente emerge a la superficie. Esto debido a que nuestras corazas y mecanismos de defensa ceden durante estos días. Por lo tanto, la pre y la menstruación son un tiempo que nos exigen ser sumamente auténticas y reales, ante lo cual muchas veces aparece una sinceridad desmesurada.

Esto sin duda, nos resulta difícil de llevar, sin embargo, es una oportunidad de conocernos, profundizarnos y sanarnos, ya que al percibir la historia menstrual de las mujeres de mi linaje tengo la oportunidad de devolverles con amor y liviandad, las cargas que no son mías, pues aquí pueden aparecer heridas o traumas secretos respecto a su sexualidad, sentimiento de rechazo a ser mujer, miedos respecto a tener pareja, rabia generalizada hacia los hombres, ansiedad hacia la maternidad, entre muchas otras.

Para trabajar este punto, puedo simplemente ingresar en estado meditativo ayudándome con mi respiración, visualizar mis antepasadas, poder contemplar que ellas a través de su sangre también sintieron a las más antiguas, por lo que también vivieron con cargas ajenas por amor. Ante ello puedo rendirles homenaje con una reverencia y desde mi corazón soplar hacia su corazón devolviéndoles lo que les pertenece. Con esto puede ser que aparezca el sentimiento de la culpa, el cual debemos saber que naturalmente se presenta cuando dejo al pasado ser pasado, o suelto lo que me he echado sobre la espalda por amor ciego. Por lo que me gustaría dejar en claro que como mujeres que anhelan su libertad y plenitud, no somos malas al no cargar heridas de mujeres antiguas, por el contrario, estamos reconociendo la fortaleza y grandeza de ellas al asumir que como sucesoras no tenemos la capacidad de cargar algo tan grande, de esa forma, mis antepasadas recuperan su dignidad.

“No sólo menstrúo mi historia de mujer, también menstrúo la historia de las mujeres que me precedieron”.

“La sangre menstrual, trae información, trae historias, trae un sinfín de resabios que quedaron enredados entre el tejido del hilo rojo. Hoy todo eso emerge y desde mi útero me acompañan en cada uno de mis sangrados, cuando el sangrado finaliza todo ello se sumerge nuevamente y retornamos a la superficie”.

 

  1. MEMORIAS UTERINAS

Mi útero lleva un sinfín de capas de información a nivel visible e invisible, todas ellas contienen las memorias uterinas que recibí desde el útero de mi madre. Cuando menstrúo mi sangre contiene ya toda esa información, por lo que no es la misma sangre que la de cualquier otra zona del cuerpo. Esta sangre está impregnada de la vida más íntima de mis antepasadas.

La sangre menstrual viene desde el endometrio, ese tejido contiene todo lo antiguo de las mujeres que me precedieron, así como la impronta de mi psique femenina, abarcando toda la emocionalidad que viví el último mes antes de sangrar.

Si yo me embarazara esa sería la base de las memorias uterinas que recibiría aquel bebé y sobre ésta, comenzarían a entretejerse otra información en torno al tiempo de vida intrauterina. Esta información pasaría a ser parte de los cimientos que lo acompañarán durante toda su vida en forma de patrones.

“La sangre es la voz viva de las memorias uterinas”.

 

  1. ESCUCHA

El siguiente punto de la menstruación consciente es el oírnos, reconociendo que a través del sangrado, nuestro útero y energía sexual, se comunican con el exterior, por lo que si deseo oír este mensaje de una manera profunda esto exige mi apertura y receptividad.

Aquí por lo tanto entra nuestra capacidad de oír con respeto las emociones, estados y sensaciones que se van mostrando, activando nuestra aceptación y compasión con los estados de sombra, maternando las emociones difíciles y las heridas que reaparecen frente a la intensa visión y sensibilidad de los días en torno al sangrado.

El oír con respeto el mensaje de nuestra menstruación, exige que nuestras mejores herramientas puedan salir a la luz, pues cuando aparecen estados de sombra, nuestro ser adulto nos exige aprender a maternarnos y paternarnos a nosotras mismas.

“El sangrado nos llama a un respeto profundo de quiénes somos y cuáles son nuestros auténticos sentimientos”.

“Aprender a escucharnos ya es un tesoro, más aún escuchar nuestro útero es un talismán que se queda con nosotras hasta las últimas etapas de la vida”.

 

  1. ADMINISTRAR LA ENERGÍA VITAL – CREATIVA

Oírnos necesariamente implica detenernos. Desde muchas fuentes nos plantean que es necesario bajar el ritmo durante el sangrado y es debido a que ello es sumamente clave para que el cuerpo y el útero puedan hacer su trabajo. Si nuestra vida no nos da la posibilidad de entrar en un estado de “no hacer” podemos reacomodar las actividades de tal forma que no explotemos nuestra energía vital-creativa-sexual durante el sangrado, pues naturalmente durante la menstruación nuestra dosis de energía disponible es menor y no respetar esto, muchas veces nos lleva a alteraciones como jaqueca, malestar general o hipersensibilidad, además de perdernos la posibilidad de vivir la menstruación como una invitación constante a viajar hacia las profundidades de nosotras mismas.

Pues la menstruación es parte de nuestro chamanismo interior, nuestra espiritualidad más íntima y los estados de trance y ensoñación que podemos llegar a tener son un obsequio para enriquecer nuestra vida interna femenina. Al llevarnos a viajar por procesos profundos y muchas veces oscuros, resulta ser el oro para una potente e inigualable creatividad.

Por lo tanto, el sangrado así como el ciclo menstrual en su completitud nos piden que nos otorguemos los tiempos necesarios para habitarnos en equilibrio y nutrición, administrando por lo tanto de la mejor forma nuestra energía vital-creativa.

Es muy importante acceder al detenimiento, descanso y sumergimiento, ya que resultan ser alimento para cultivar nuestra maga-alquímica-creativa.

Ello requiere necesariamente, administrar óptimamente nuestros síes y nuestros noes, sea el sí para hacerme permeable y receptiva, o sea el no, para marcar límites sanos cuando sea necesario.

Observar como los utilizamos, por sobre todo nuestros días pre y de sangrado, me llevan a notar con suma claridad si permanezco generalmente en un estado de condescendencia constante y ante ello estoy cediendo gravemente mi energía vital, lo que puede estar trayendo a la luz patrones de violación, sometimiento o sumisión.

 

  1. HUELLA DIGITAL

Finalmente, la menstruación nos invita a respetar en totalidad la forma en que se nos presenta, dejando de lado las comparaciones o las exigencias por tener que vivirla de determinada manera o en un número específico de días. El sangrado es un proceso único y auténtico, es la huella digital de nuestro útero y lleva el sello genuino del hilo rojo de nuestro linaje, siendo la voz esencial de nuestras memorias uterinas. Los hilos menstruales reservan mi propia historia y la historia de todas las mujeres que me precedieron.

Por Ximena Nohemí

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