Mujer araña,
nieta de Aracne, hija de las t e j e d o r a s del mundo
c o n s t r u c t o r a de mil y un senderos que entrelazan olvidos
t r a m a d o r a con hilos de plata y palillos de oro amarillo
t r e n z a d o r a de cuentos encubiertos en empolvados rincones
bruja de ocho olfatos que percibe y ve colores
vientre redondo y fértil de óvalos arrebozado
tu arte es el símbolo de un atávico don heredado.
Anciana vestida de negro
con cabellos blancos, cuatro brazos y cuatro patas
téjenos redes firmes que sostengan nuestras historias insensatas.
Madre arácnida
abuela h i l a n d e ra
bisabuela a n u d a d o r a
tatarabuela t r e n z a d o r a
llevas pasado, presente y futuro, enrollados en un ovillo redondo como tu vientre
susúrranos la firme convicción de que tus redes de araña son cautas y firmes en el presente.
Permítenos sentirnos arrulladas en la cuna de tu malla maternal
para que tengamos la valentía de gestarnos siempre cuando podamos precisar.
Anciana tejedora, de ojos nublados y manos decrépitas
permítenos custodiar el hilo mágico con que tejes tu oceánico amor
y por sobre todo día y noche, hasta los tiempos más oscuros de tu vida
traspásanos el auténtico arte de tejer desde un genuino corazón.
Para que el día en que nuestra alma llegue a deshilarse
por causa de un dolor hondo, un miedo devorador o alguna soledad abominable
recurramos a tu enseñanza en el auténtico arte de destejernos y r e t e j e r n o s
r e a r m á n d o n o s y r e-a m á n d o n o s cuantas veces precisemos.
Para ser las propias tejedoras de nuestra existencia creadora y vasta
para ser las que bordan, las que unen, las que cortan y dan color a sus retazos de alma
para ser las que crean cuerdas que soporten la vida de las mujeres que tejen en cada momento
conservando el telar prístino y genuino que sostiene la magia de tus cuentos,
traspasados de mano en mano
de madre a hija
de abuela a nieta
de hermana a hermana
de útero a útero
manteniendo vivo el legado de las mujeres alma de araña
que desde su entramado saben cómo desanudar incluso las trabas más enredadas.
Este escrito es parte de mi libro M U J E R A V E
Por Ximena Nohemí