Por Benjo Podlech y Ximena Nohemí
A la vulnerabilidad
Soy una delicada brisa
un sutil aroma del universo
viviendo los misterios del movimiento
me lanzo libre al vacío sin escalera ni cuerda
a veces cuando subo, olvido bajar
y al estar abajo, dejo de mirar arriba.
Así, en esta zona de profunda desnudez
de autenticidad y entrega intrépida y plena
vuelvo a cerrar los ojos por miedo a ver,
me abrazo en el aislamiento
que en mi vulnerabilidad respirar se me hace doloroso.
Zona de obligada pausa,
Invitación a mirarse, escucharse y acunarse
detenerse sin poder escapar fuera,
la vida amerita la valentía de acurrucar las sombras
más con solo nadar hacia dentro
llueven las preguntas,
me ahogo en las no respuestas
vuelvo a emerger soltando dudas antiguas
para dar lugar a interrogantes que se mimetizan como aprendizajes
¿Qué necesita verdaderamente el alma para continuar el viaje?
Débil, sin máscara para esconderme en la fuerza
soy un instante que se sabe efímero
soy un humano que recuerda ser niño
sentirme pequeño, ante tanta grandeza
un grano ínfimo ante la existencia.
A ti, energía de la vida,
a ti, maestra de la vulnerabilidad
te agradezco,
más allá del displacer te honro,
más allá de mis interrogantes te abrazo,
tal como tú lo haces al volver a tomarme.
Es que renacer es tu fruto,
liberar el peso del pasado,
para continuar mi danza única
liviano y tan sencillo como pueda
de tu lenguaje emerge un nuevo ritmo,
un nuevo idioma, una nueva fuente
y esa esencia acompaña mis andanzas.
Madre contenedora
a la vez asesina de certezas,
te mueves como agua y aire,
te adaptas a cualquier forma
para entrar en quien necesite crecer
y expandir las células a nuevos lugares.
Eres fuego que quema más allá del control,
tierra que siembra lo verdadero en el interior
eres ofrenda a la humanidad limitada
y también versos de búsqueda de sentido
que traen un resabio de tranquilidad olvidada.
Fuerza de la vida para seguir en el corazón,
eres libre y libre nos haces al caminar en ti
sólo te ofrendo lo que llevo dentro mio
Y sólo te prometo ante la vida y las estrellas
más allá de toda vulnerabilidad experimentada
continuar caminando con el corazón y las manos abiertas
entregando todo lo que lleve en el viaje de mi alma.