Este poema es parte de los escritos de mi primer libro Relatos del cántaro
En noches de cuarto menguante
sé que se aproxima mi anhelado viaje mensual al infinito
me dispongo a dormir silenciosa dentro de mí misma
acunada por el vientre cálido de la tierra.
La guardiana de los sueños me obsequia un canto de cuna
es la voz de mi madre y de otras abuelas que también vinieron
me rindo en sus brazos que son los brazos de todas
me alzan hasta que llego al corazón del cielo.
Me desplazo como serpiente ondulante entre planetas
también entre soles y estrellas no tan fugaces
tomo un pequeño cometa sonriente entre mis manos
lo beso con ternura como quien besa un capullo en flor
me sonríe y se marcha a otros universos
para que también lo besen otras viajeras en el tiempo.
Saco de mi bolsillo una aguja de plata con hilo rojo
la enhebró mi abuela hace ya muchas lunas
para unir su útero, al útero de su hija que es mi madre
y ahora unir mi útero, al útero de mi madre que es su hija.
Bordo en el vacío universal un gran y viejo abuelo árbol
tiene raíces profundas que llegan al infierno
me enraízo sobre las tumbas de ese inframundo uterino
trepo intrépida a través del tronco
ya en las ramas conecto mi vientre al cielo
para que al regreso de este viaje
termine menstruando una constelación de estrellas.
Cuando una mujer adulta sana la relación con su menstruación, comienza a vivirla como el más revelador de los viajes hacia el universo interior. Siendo ésta, un puente invisible entre ella y las historias de su gran árbol de memorias uterinas.
Por Ximena Nohemí
2 comentarios en “Viaje Inter-menstrual”
Quer hermoso poema, bellisimo, describe de una manera muy especial y simpática como deberíamos vivir nuestra menstuación consciente.
Gracias por compartirlo esta belliisimo!!!!!!!!!!!
Abrazos
Abrazos querida Nina